El espíritu y sus cuerpos de manifestación

¿Qué es el espíritu? ¿Cuál es el origen de los Espíritus? ¿Los Espíritus tienen fin? ¿Qué es el periespíritu?¿Los Espíritus tienen cuerpo?¿Cómo es y cuáles son sus características?

El ser humano se ha preguntado en todas las épocas de la historia cuál es su origen, de dónde viene, si ha de morir o hay algo más allá del umbral de la muerte. Cada uno de nosotros llevamos esas preguntas con nosotros en nuestro interior. Las religiones y  filosofías de toda índole ofrecen respuestas diferentes, desde las que niegan cualquier cosa más allá del cuerpo y la vida física, a los que se adentran con diversas visiones en la realidad trascendente. También Kardec planteó estas grandes cuestiones y los Espíritus Superiores le respondieron y desvelaron una grandiosa visión sobre la realidad del ser humano como Espíritu inmortal.

¿Qué es el espíritu?

Dios es la Causa Primera de todas las cosas y por su voluntad surgen dos principios generales:

  • El principio material: que da origen a la materia.
  • El principio inteligente: que da origen al espíritu.

Dios toma del principio inteligente del Universo para crear cada espíritu individualizado. No sabemos qué es realmente el espíritu. No es concebible para nosotros. No sabemos cual es su naturaleza íntima, aunque sabemos que es diferente del principio material.

23. ¿Qué es el espíritu?
– El principio inteligente del Universo.
23 a. ¿Cuál es su naturaleza íntima?
– Con vuestro lenguaje el espíritu no resulta fácil de analizar. Para vosotros no es nada, porque el espíritu no constituye una cosa palpable. Mas para nosotros es algo. Sabedlo bien: nada es la Nada, y la Nada no existe. (Allan Kardec, El Libro de los Espíritus).

79. Puesto que dos elementos generales hay en el Universo –el elemento inteligente y el material- ¿se podría afirmar que los Espíritus están formados del elemento inteligente, así como los cuerpos inertes se hallan integrados por el elemento material?
– Es evidente: los Espíritus son la individualización del principio inteligente, del modo que los cuerpos constituyen la individualización del principio material; lo que desconocemos es la época y la manera de esa formación (Allan Kardec, El Libro de los Espíritus).

A menudo en la obra de Allan Kardec y en otras obras de Espiritismo podemos encontrar la palabra espíritu con el significado de principio inteligente del Universo. Podemos diferenciarlo porque lo encontramos es minúscula, mientras que hallamos la palabra Espíritucon mayúscula para hablar de una entidad espiritual individual.Aunque no podamos analizar qué es el espíritu por la limitación del lenguaje y de nuestra comprensión, sabemos que uno de sus atributos es la inteligencia, que va desarrollando en su evolución, por eso definimos a los Espíritus como a los Seres inteligentes de la Creación.

76. ¿Qué definición se puede dar de los Espíritus?
– Podemos decir que los Espíritus son los Seres inteligentes de la Creación. Pueblan el Universo fuera del mundo material.
Nota: La palabra Espíritu se emplea aquí para designar a las individualidades de los Seres extra-corpóreos y no al elemento inteligente universal. (Allan Kardec, El Libro de los Espíritus).

 ¿Cuál es el origen de los Espíritus?

Los Espíritus somos obra de Dios, somos su creación. Nuestro origen está en Él, y nuestro camino evolutivo nos acerca a Dios, pero los Espíritus Superiores nos aclaran y recuerdan que no somos Dios. Podemos sentir nuestra naturaleza transcendente y una profunda conexión espiritual, y nuestro camino evolutivo nos hará llegar a una gran perfección espiritual, pero no somos ni seremos Dios en sí, sino sus hijos.El momento y el modo de la creación de los Espíritus continúa siendo un misterio para nosotros. Solo podemos saber que Él nos dio la vida, que fuimos creados por su voluntad.

77. Los Espíritus ¿son Seres distintos de la Divinidad, o bien constituirían tan sólo emanaciones o parcelas de Ella, llamándoseles por tal razón hijos o criaturas de Dios?
– ¡Dios mío! Son su obra, exactamente como un hombre que construye una máquina. Esa máquina es la obra del hombre y no él mismo. Bien sabes que cuando el hombre hace una cosa bella y útil la denomina su criatura o su creación. Pues bien, lo propio acontece con Dios: somos sus hijos, puesto que somos su obra. (Allan Kardec, El Libro de los Espíritus).

78. Los Espíritus ¿han tenido un principio o existen, como Dios, de toda eternidad?
– Si no hubieran tenido un principio sería iguales a Dios, pero constituyen su creación y se hallan sometidos a su voluntad. Dios existe de toda eternidad, y esto es incontestable, pero en lo que se refiere a saber cuándo y cómo Él nos creó, no sabemos nada al respecto. Puedes decir que no hemos tenido comienzo si entiendes por ello que, siendo Dios eterno, debió crear sin tregua pero cuándo y cómo fue hecho cada uno de nosotros, te lo repito, nadie lo sabe: allí reside el misterio. (Allan Kardec, El Libro de los Espíritus).

 ¿Los Espíritus tienen fin?

El cuerpo físico muere y se disgrega. Y, ¿qué pasa con el alma o Espíritu? El Espíritu continúa su vida, puesto que es inmortal. Y además conserva su individualidad, es decir, sigue siendo el mismo ser que era antes de la muerte, con autoconciencia e identidad individual. Algunas filosofías mantienen que nuestra identidad se pierde tras la muerte, y que nos integramos en algo mayor, como una gota en el océano. Pero los Espíritus nos dicen que nuestra identidad permanece en el mundo espiritual.

151. ¿Qué pensar de la opinión de que, después de la muerte, el alma vuelve a entrar en el todo universal?
– ¿Acaso el conjunto de los Espíritus no constituye un todo? ¿No son todo un mundo? Cuando te encuentras en una asamblea formas parte integrante de ella, y sin embargo sigues teniendo tu individualidad. (Allan Kardec, El Libro de los Espíritus).

Esta individualidad permanece siempre. Como Espíritus fuimos creados como seres únicos, y nuestro camino evolutivo continúa, pero siempre conservaremos una identidad única e individual en todo nuestro camino. Esto no debe ser confundido con la realidad de que los Espíritus puedan sentir una conexión profunda entre sí, y hallarse unidos espiritualmente de un modo que mientras estamos en la vida terrena nos es difícil de comprender, puesto que nuestro cuerpo físico de materia densa nos aísla unos de otros y nos insensibiliza en cierto grado, dándonos la sensación de ser seres no solo individuales sino aislados. Esta sensación de aislamiento no permanece en los Espíritus Superiores, por lo que pueden sentirse parte de un todo integrado, pero conservando su individualidad. Esa sensación de conexión también puede sentirse en ciertas experiencias místicas o en experiencias cercanas a la muerte, pareciendo que el ser individual desaparece y se funde en algo mayor, pero el ser individual permanece aunque pueda sentirse además parte de un todo.

El hecho de conservar la individualidad será muy importante para darnos cuenta de que el ser humano tras la muerte no sólo conserva su ser individual y su memoria, sino también sus preferencias y aversiones, sus gustos y los rasgos de su personalidad, que le permiten seguir siendo quién era, más allá de que su punto de vista desde la realidad espiritual le pueda hacer reflexionar sobre sus puntos de vista y pueda variar su opinión en ciertos asuntos.

Esta individualidad permanecerá no solo tras la muerte física, no solo a través de las diferentes existencias de nuestro camino evolutivo, sino que permanecerá para siempre. Los Espíritus de mayor grado evolutivo siguen conservando su individualidad, y también la conservaremos nosotros. A nuestra mente le resulta imposible imaginar el infinito, pero aunque no sea concebible para nosotros, seguiremos existiendo como seres individuales eternamente.

83. Los Espíritus ¿tienen un fin? Se comprende que el principio de que dimanan sea eterno, pero lo que preguntamos es si su individualidad tendrá un término y si en determinado tiempo, más o menos prolongado, el elemento de que están formados no se disgrega y retorna a la masa, como acontece con los cuerpos materiales. Resulta difícil entender que algo que tuvo principio pueda no tener fin.
– Muchas cosas hay que vosotros no comprendéis, por cuanto vuestra inteligencia es limitada, y esa no es una razón para rechazarlas. El niño no comprende todo lo que entiende su padre, ni el ignorante todo lo que comprende el sabio. Te decimos que la existencia de los Espíritus no concluye en modo alguno, y es todo cuanto podemos ahora decir. (Allan Kardec, El Libro de los Espíritus).

¿Qué es el periespíritu?

La palabra periespíritu fue creada por Kardec, está formada por el término espíritu y el prefijo peri-, que significa ‘alrededor de’, para referirse al cuerpo que está alrededor del espíritu. Los Espíritus hablan a Kardec del periespíritu, y le explican sus características básicas.

93. El Espíritu propiamente dicho ¿se halla descubierto –como algunos pretenden- o está rodeado de una sustancia determinada?
– El Espíritu se encuentra revestido de una sustancia vaporosa para ti, pero todavía muy grosera para nosotros: lo bastante vaporosa, sin embargo, para que pueda elevarse en la atmósfera y transportarse adonde quiera.
Kardec aclara: Así como el germen de un fruto se halla circundado por el periespermo, así también el Espíritu propiamente dicho está rodeado de una envoltura que, por comparación, podemos denominarla periespíritu. (Allan Kardec, El libro de los Espíritus)

 La concepción espiritual tradicional del ser humano afirma que el ser humano está integrado por cuerpo y alma. Los Espíritus ampliaron esa visión y explicaron como realmente estamos formados por espíritu, periespíritu y cuerpo físico.

Es este un tema presente en muchas tradiciones espirituales desde la antigüedad, estos conocimientos han estado con nosotros a lo largo de la historia y ahora es el momento de que salgan a la luz y puedan ser estudiados en profundidad, para que todos seamos conscientes de nuestra verdadera naturaleza espiritual.

 135. ¿Hay en el hombre otra cosa fuera del alma y el cuerpo?
– Existe el vínculo o lazo que une el alma con el cuerpo.
135 a. ¿Cuál es la naturaleza de ese vínculo?
– Semimaterial, esto es, intermedia entre la naturaleza del Espíritu y el cuerpo. Y ello es necesario para que ambos puedan comunicarse el uno con el otro. Mediante ese lazo obra el Espíritu sobre la materia, y viceversa.

Kardec explica: Así pues, el hombre está formado por tres partes esenciales, a saber:
Primera: El cuerpo, o ser material, análogo al de los animales y animado por el mismo principio vital.
Segunda: El alma, Espíritu encarnado cuya habitación es el cuerpo.
Tercera: El principio intermediario, o periespíritu, sustancia semimaterial que sirve de primera envoltura al Espíritu y une el alma con el cuerpo. Tales son, en un fruto, el germen, el periespermo y la corteza. (Allan Kardec, El Libro de los Espíritus).

¿Los Espíritus tienen cuerpo?

Cuando un Espíritu se manifiesta y se comunica con alguien encarnado, puede observarse con una apariencia semejante a cuando estaba con vida, y fácilmente reconocible para sus seres queridos. Allan Kardec preguntó sobre este punto a los Espíritus Superiores, que le confirmaron que los Espíritus aunque no tengan un cuerpo físico tienen una envoltura de fluido que tiene un aspecto similar al de la última vida.

 150 a. ¿Cómo comprueba el alma su individualidad, puesto que ya no tiene cuerpo material?
– Posee todavía un fluido que le es propio, que toma de la atmósfera de su planeta y que tiene la apariencia de su última encarnación: su periespíritu.(Allan Kardec, El Libro de los Espíritus).

Puede resultar muy chocante pensar en un Espíritu con cuerpo. Solemos imaginar que los Espíritus como algo inmaterial. Pero lo cierto es que los Espíritus nos hablan de que además del cuerpo físico que tenemos durante la vida, tenemos también un cuerpo espiritual, un periespíritu, que conservamos al regresar al mundo espiritual.

El periespíritu, o cuerpo fluídico de los espíritus, es una de las formas más importantes que adopta el fluido cósmico. Constituye la condensación de ese fluido en derredor de un centro de inteligencia o alma. Ya vimos que el cuerpo carnal basa su principio en el mismo fluido transformado y condensado en materia tangible. En el periespíritu, la transformación molecular se opera de otra manera, ya que el fluido conserva su imponderabilidad y sus cualidades etéreas. El periespíritu y el cuerpo carnal se originan en el mismo elemento primitivo: uno y otro son materia, aunque en estados diferentes. (Allan Kardec, El Génesis)

Al igual que el cuerpo físico está formado por materia densa, el periespíritu está formado por materia sutil, y ambos tienen su origen en el fluido cósmico universal. Al igual que el cuerpo físico puede actuar y operar en la realidad física, el periespíritu de materia sutil, actúa y opera en la realidad sutil.

El espíritu, cuya naturaleza íntima es un misterio, necesita en su relación con la realidad material densa y sutil de intermediarios. Por eso los cuerpos son vehículos de manifestación, es decir, instrumentos que le permiten relacionarse con su entorno. Así, el cuerpo denso es para nosotros el instrumento con el que podemos relacionarnos con la materia densa, podemos hacer cosas y transformar la realidad física. De igual modo, el cuerpo sutil es el instrumento con el que el espíritu puede relacionarse y operar en la realidad sutil.

Por su esencia espiritual, el espíritu es un ser indefinido y abstracto que no puede ejercer una acción directa sobre la materia. Necesitaba, pues, de un intermediario, y este intermediario es la envoltura fluídica que, en cierta forma, es parte integrante del espíritu y oficia de eslabón. (Allan Kardec, El Génesis)

 Durante la vida física el periespíritu es el eslabón de unión entre el espíritu y la materia densa. Existe una estrecha unión del Espíritu al cuerpo físico, a través del periespíritu. Todas las impresiones físicas y sensaciones del cuerpo físico son transmitidas al espíritu a través del periespíritu. Y todos los pensamientos y la voluntad que nacen en el espíritu se trasladan a través del periespíritu al cuerpo físico.

Esto es muy importante para concebir nuestra realidad como un ser integrado, aunque disponemos de varios cuerpos o vehículos de manifestación, todos ellos son uno. Están integrados y relacionados íntimamente. No es posible aislarlos. Todo lo que afecta a uno de ellos, tiene repercusiones inmediatas en los otros. De modo que cualquier desequilibrio en uno, también afecta al resto. Esto es el la clave para comprender al ser humano como un todo e influye profundamente en la concepción de la salud integral física-emocional-espiritual del ser humano.

El espíritu y sus vehículos de manifestación

Debemos aclarar que periespíritu es el término que los Espíritus utilizan de modo general, y que en obras posteriores irán completando y detallando esta visión explicando que el periespíritu está formado por un conjunto de cuerpos espirituales, cada uno con características propias. Los Espíritus han ido poco a poco completando nuestro conocimiento, y a través de las obras espirituales posteriores nos han ido ampliando la información disponible sobre los cuerpos sutiles del ser humano, principalmente gracias al Espíritu André Luiz y de las obras Entre la Tierra y el Cielo y Evolución en dos mundos, psicografiadas por Chico Xavier.

El cuerpo etérico

 También llamado doble etérico, es el cuerpo del fluido o la energía vital, que impregna la materia densa y le da vida. (Para saber más sobre el fluido vital ver el tema anterior).

Sirve de unión entre el cuerpo físico denso y el cuerpo astral. El vínculo que une el cuerpo etérico y el cuerpo astral es el cordón de plata.

 El cuerpo astral

El cuerpo astral tiene una biología similar al cuerpo físico. Es decir, también tiene órganos diferenciados formados por células sutiles que realizan funciones diferenciadas. El hecho de que los Espíritus tengan el mismo aspecto que cuando tenían un cuerpo denso, es porque el cuerpo astral es utilizado como matriz o modelo organizador biológico para el cuerpo físico y sirve como plano o base para la organización de las células y de los órganos en el cuerpo. La biología física se basa en el modelo del cuerpo astral. En el momento de volver a nacer, la generación de un nuevo cuerpo físico sigue el modelo del cuerpo astral de la persona que va a renacer. Y también en el proceso de constante renovación celular del cuerpo físico a lo largo de su existencia.

André Luiz nos explica la existencia de los centros de fuerza, conocidos en la tradición oriental con la palabra chakras. Los 7 centros principales son el coronario, frontal, laríngeo, cardiaco, umbilical, esplénico y el básico o genésico. Estos centros son lugares de recepción, almacenamiento y redistribución de la energía espiritual.

«Como conocéis, nuestro cuerpo de materia menos densa está íntimamente regido por siete centros de fuerza, que se conjugan en las ramificaciones de los plexos y que, vibrando en sintonía unos con los otros, al influjo del poder directriz de la mente, establecen, para nuestro uso, un vehículo de células eléctricas, que podemos definir como un campo electromagnético, en el cual el pensamiento vibra en circuito cerrado.» (Chico Xavier, Espíritu André Luiz, Entre el Cielo y la Tierra).

El vínculo que une el cuerpo etérico y el cuerpo astral es el cordón de oro.

La mayoría de la información sobre el periespíritu que Kardec analiza en sus obras se refiere al cuerpo astral.

El cuerpo mental

Es la sede de la mente extrafísica y de la memoria espiritual. Todas nuestras experiencias a lo largo de nuestro camino evolutivo y las diferentes vidas del pasado están almacenadas en Él. Las sensaciones y recuerdos que son almacenadas en lo que llamamos subconsciente, permanecen perfectamente registradas en el periespíritu, de donde emanan y regresan al consciente cuando el Espíritu está preparado y es necesario para su camino de evolución, a través de intuiciones, sueños o en algunas terapias espirituales.

La anatomía sutil del ser humano

Con toda esta información sobre nuestra anatomía sutil surge una concepción y visión de nosotros mismos. Somos un espíritu inmortal, y además del cuerpo físico disponemos de otros cuerpos de manifestación. Somos seres multidimensionales. Todos los cuerpos, tanto el cuerpo de materia física como los cuerpos de materia sutil, son vehículos de manifestación para nosotros, cada uno en su nivel vibratorio. Disponemos de un conjunto de cuerpos que están activos y cumpliendo sus funciones ahora mismo, sea cual sea nuestro nivel de percepción sobre ellos. Y a lo largo de nuestro camino de evolución, a medida que avanzamos y crecemos espiritualmente, nuestros cuerpos sutiles van al mismo tiempo evolucionando y perfeccionándose también.

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Una respuesta a El espíritu y sus cuerpos de manifestación

  1. jose Castaño dijo:

    les mando un abrazo grande y los felicito por esta pagina y por el material tan rico e ilustrativo para todos aquellos que conosemos o no la Doctrina espero que sigan publicando mas que Dios y sus Guias los iluminen siempre

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